Los sofás negros dan una combinación exquisita y una nueva vida a tu salón. Al decorar tu casa pretendes demostrar tu personalidad con base en los muebles que eliges y dentro de él se encuentra la pieza que roba las miradas, el sofá. Este mueble, sin duda, es la pieza más importante de la estancia, es alrededor de él dónde ocurre todo, es donde nos sentamos a ver una película, mantenemos allí conversaciones que pasan a ser recuerdos y donde pasamos la mayor parte del día. El negro derrocha elegancia y sofisticación y si se combina con el blanco forman la pareja perfecta, envolviéndose en una burbuja de glamour.
Las paredes son un factor considerable en la decoración del salón, al combinar tu sofá en color negro con las paredes en blanco, dará contraste y un aspecto clásico. Es el mayor contraste que puede haber entre colores, pero aun así el ambiente mantiene la iluminación y este modelo de sofá destacará sobre el fondo. Por ejemplo, con gris, la sensación será de serenidad. Aunque no lo parezca, los tonos verdes dan un aspecto jovial y atractivo, mientras que el tono tierra le da un entorno cálido y confortable. Para que un sofá negro se integre bien, es buena opción integrar elementos oscuros pequeños por el resto del salón, como en las cortinas, el marco de un cuadro o el color de una estantería, esto hace que exista una sensación de continuidad.
Al ser el negro, un color atemporal queda genial en cualquier estilo, desde un diseño industrial a un diseño vanguardista. Al ser un modelo elegante, este tipo de mueble de grandes dimensiones tendrá mucho peso en el ambiente. Por ello, para equilibrar los colores, es buena idea colocar unos cojines coloridos. Los rojos, rosas, incluso los naranjas o amarillos, se integran bien con el negro, dando un contraste que consigue que el color negro destaque de buena manera.